Él nunca había visto nada igual. Todo lo que vivió, lo hizo matando hombres. Así que estaba presa del asombro...Miró las estrellas para escuchar el silencio de los Dioses y estos le hablaron, le hablaron de cosas: de suerte, de imaginación, y de otros temas de los que nada sabe un Minotauro.
Jesús Ortiz ©javihernandez